Si vieras cómo miro mi rostro en el espejo.
«¿Este soy yo?», pienso.
Si me vieras como yo.
Si vieras cómo miro mi sexo reposado,
rama solitaria en el arbusto.
Ni el sol de la tarde ilumina tanto.
En medio de la travesía, aún son inmensos la aurora, los mares y los cielos... Arena y nubes, fronteras e islas en medio de la vida, la esperanza aún navega entre una y otras. En ocasiones pirata, en otras capitán, a veces la dama va detrás del pirata y, así, a la captura de la dama el capitán se anima... a veces.