Pido un premio para los derrotados,
una medalla para los que no quisieron vencer a cualquier precio.
Pero también un aplauso que les quite las ansias de ganar
y recompense su soledad.
En medio de la travesía, aún son inmensos la aurora, los mares y los cielos... Arena y nubes, fronteras e islas en medio de la vida, la esperanza aún navega entre una y otras. En ocasiones pirata, en otras capitán, a veces la dama va detrás del pirata y, así, a la captura de la dama el capitán se anima... a veces.
2 comentarios:
Yo te mando un beso, que no sé si es exactamente un premio... ni siquiera un consuelo. Pero ahí queda.
Tu beso es para el combate. Impulso y evidencia de que no ha terminado.
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